Retomamos esta sección con un inquietante documento que tiene que ver con los videojuegos, pero en su faceta más terrorífica: la de sus efectos en la realidad.

Contempla, bajo tu responsabilidad, lo que han hecho al cerebro de un pobre niño ucraniano cuya madre trata de volver en sí borrando sus juegos y limitando su acceso al PC.

El vídeo está tomado de la versión ucraniana de Supernanny (supuestamente) y, lejos de mostrar una descomunal rabieta, termina ofreciendo un recital de posesión sumamente perturbador que ríete de American Horror Story. ¿Está más cerca del hombre o del animal? ¿Es su padre un exorcista? ¿Por qué tanto rencor? No busques respuestas: abre tantas como un guión de Lindelof. Simplemente, míralo: