Hace unos días Nintendo presentó en exclusiva el peculiar videojuego Disney Infinity en su versión de Wii U. El evento contó con la participación de uno de los directores del proyecto, Troy Leavitt, que explicó las principales características del título y de sus numerosos complementos.

EL JUEGO Y SUS COMPLEMENTOS

Disney Infinity es, ante todo, un juego de acción y aventura. Su premisa es recrear diversos universos de la factoría Disney para jugar misiones en ellos, lo que podría denominarse el «modo historia» tradicional basado en objetivos. No obstante, también cuenta con un modo denominado «Toy Box» (Caja de Juguetes) en el que se pueden mezclar a nuestro antojo elementos de todos los universos disponibles para crear el nuestro propio.

Un ejemplo de las mezclas que permite el modo Toy Box.

El juego en disco no puede jugarse tal cual: va unido a un accesorio (vía USB), la «Base Infinity«, que permite activar personajes, escenarios y objetos. Funciona a modo de escáner con tres ranuras y requiere poner en ella una serie de complementos de plástico para que intercambie información con la consola y el juego.

Los complementos de plástico son de tres tipos: por un lado están las figuras coleccionables que introducen personajes en el juego, luego están las piezas de escenario (de carácter simbólico y translúcidas) para situar la acción en algún universo Disney, y finalmente están los «Power Discs«, unos discos que añaden poderes, objetos y herramientas a un personaje al situarlos debajo de su figura (se admiten hasta dos al mismo tiempo).

Algunas figuras secundarias y los discos se pueden adquirir por separado, pero para sacarle partido al juego habrá que hacerse con un paquete relativo a un universo Disney completo: el denominado «Play Set«, que incluye una pieza de escenario y las figuras de sus personajes principales. Este paso es básico para empezar a jugar y ya se han previsto distintos sets como el de El Llanero Solitario o Cars.

En el momento del lanzamiento del juego habrá 17 figuras interactivas y diversos Play Sets y sobres de Power Discs a la venta. Lo más interesante, sobre todo para el bolsillo y para empezar en el juego, será que habrá un lote básico, el Starter Pack, con tres universos: Monstruos University, Piratas del Caribe y Los Increíbles. Este paquete se podrá adquirir en el momento del lanzamiento, a finales de agosto:

Todos los complementos podrán ser usados en cualquiera de las versiones del juego (Wii, Wii U y 3DS en el caso de Nintendo) y, en teoría, no tendrán restricciones de zona de modo que se podrán comprar en cualquier parte del mundo y usar en nuestro juego (algo muy práctico, por ejemplo, en el caso de un viaje a EEUU, donde Disney suele estrenar antes sus producciones).

Una nota importante: en el «modo historia» no se pueden mezclar escenarios y personajes de universos distintos. Lo que sí se puede hacer dentro de un universo concreto es introducir a un segundo personaje (segundo jugador) de ese mundo porque de esta forma las mecánicas de juego siguen siendo coherentes. Las mezclas, del tipo que sea, se limitan al modo Toy Box.

Los sensores de la Base Infinity sincronizan la información al instante en cuanto detectan algún cambio en los complementos y el efecto aparece en pantalla en cosa de segundos. Si retiramos la pieza de escenario, el juego se pausará y aparecerá una pantalla para preguntarnos qué hacer a continuación: si queremos salir del universo actual, ir a la Toy Box o si hemos cometido un error y queremos seguir (para lo que habrá que recolocar la pieza retirada).

PROBANDO EL JUEGO

Primero de la mano de Troy Leavitt, uno de los directores del juego y encargado del Play Set de El Llanero Solitario, y después por nuestra cuenta, los congregados al avento pudimos comprobar el funcionamiento de diversos universos Disney, de la propia Base Infinity, del modo Toy Box e incluso del cooperativo para dos jugadores.

Pese a que al código mostrado aún le quedaban algunas cuestiones por pulir, el juego respondió rápidamente a los cambios de complementos en su base y se movió fluido en general. Técnicamente, como se observa en las capturas, no es un título puntero pero tampoco lo necesita porque tiene otras aspiraciones y virtudes.

Los distintos universos Disney varían en sus mecánicas de juego, algo muy de agradecer para redondear la variedad de escenarios y personajes, pero afortunadamente comparten unos controles y unos marcadores en pantalla similares: es difícil que alguien se líe porque, aun siendo experiencias distintas, todo resulta familiar a la hora de jugar.

La mecániza básica de Monstruos University consiste en asustar.

Por ejemplo, mientras que en Monstruos University lo esencial es asustar a los demás pillándolos desprevenidos, en El Llanero Solitario hay que disparar armas de fuego «de juguete» y en Cars hay que conducir.

Remando en Piratas del Caribe

En todos los casos se puede explorar los escenarios libremente pero el avance requiere cumplir una serie de variadas misiones de progresiva dificultad. Las misiones pueden introducir ligeras variantes en las mecánicas principales de cada universo que aprovechen las posibilidades de control de cada consola, como puede ser usar unos remos en la pantalla táctil de Wii U para que los personajes de Piratas del Caribe lleguen a puerto.

Al superar misiones se consiguen nuevos elementos con los que jugar después en el modo Toy Box, por lo que el esfuerzo y el tiempo invertido quedan recompensados.

Una vez que se guardan los avances logrados, se puede abandonar el modo principal y acceder a la «Caja de Juguetes». En este modo se pueden personalizar desde los elementos del escenario hasta su ambientación pasando por los artilugios que podrá usar el jugador como, pongamos, un vehículo formado por la carroza de Cenicienta con ruedas de monster truck 4×4 y lanzacohetes a los lados. La imaginación, y los objetos disponibles, son el único límite.

El objetivo del modo Toy Box es crear un mundo propio para jugar en él sin restricciones. Incluso se puede compartir después el mundo de juego con otras personas a través de la red de Disney (a la que habrá que apuntarse), previa verificación del contenido por parte de la empresa. Cualquier cosa cabe, pero siempre teniendo en cuenta que no se pueden crear misiones con objetivos como tal. Los elementos están ahí y esperan ser usados, pero eso dependerá del jugador.

Creando un circuito de carreras

Personalizar el mundo es sencillo: se despliega el menú de objetos disponibles, se selecciona uno y depués se le busca un sitio en las cercanías de donde nos encontremos para situarlo.

Se puede rotar y alterar su escala, como era de esperar, pero es que además hay comportamientos en función de la situación que se pueden activar para que algunos elementos trabajen conjuntamente a modo de acción-reacción. El ejemplo más claro lo mostró Mr. Leavitt al crear un minijuego de fútbol situando un balón y dos porterías dentro de un estadio. Al público de las gradas se le podía asignar un comportamiento: cada vez que alguien metiera gol (empujando la pelota como fuera) en una portería, brincarían de alegría. Este sencillo mecanismo se activaba seleccionando una portería y después seleccionando el público de las gradas para vincularlos a ambos. Hay que reconocer que es una manera inteligente de permitir al jugador programar eventos sin complicar los controles.

De todo lo visto, que es satisfactorio, tan solo se le pueden achacar dos cosas: que la distancia de dibujado era reducida y se notaba cómo emergía el horizonte del nivel, y que los edificios (no así el mobiliario urbano o los vehículos) no eran completamente destruibles, dando una extraña imagen de incoherencia. De todos modos, ambas cosas pueden cambiar todavía de cara a la versión final y, de no ser así, tampoco son cuestiones graves ni necesarias en este título destinado a los más pequeños.

Disney Infinity sale a la venta a finales de agosto.