Pasado un lustro desde la última entrega canónica de la serie (Tomb Raider: Underworld), la saga renace con el nombre de Tomb Raider a secas.
Esta reescritura de la forja de heroína de Lara Croft es una grata sopresa porque no solo es un buen juego, sino que además innova en sus mecánicas, acabado audiovisual y ofrece una interesante historia con situaciones más crudas de lo habitual.
Si eres fan del género de aventuras, no deberías dejar pasar esta entrega.