Análisis de DiRT Rally

DiRT-RALLYCodemasters vuelve a demostrar que sus habilidades para traer la mejor simulación de ralis siguen intactas y además sabe sacar provecho de la nueva generación. DiRT Rally es la viva prueba de ello.

¿Arcade o simulación? En el terreno de la conducción no hay respuesta buena o mala, todo depende de tus gustos. Ahora bien, lo que sí hay son juegos buenos o malos dentro de esas dos disciplinas. Codemasters se labró un nombre en el pasado gracias a sus Colin McRae y ahora nos trae de vuelta el mundo de los ralis con un título de absoluta simulación que y prima calidad sobre cantidad sin que ésta se vea afectada.

En este juego tenemos 39 coches, todos de lo más icónicos y relevantes desde tiempos pasados hasta hoy, muchos pedidos por los jugadores y además los más apropiados para los tipos de pista que han incluido, porque hay desde pistas de pura grava hasta nevadas, pasando por lluviosas y por supuesto de día y noche. Vamos a tener caminos por bosques, bajadas por laderas de montaña, estrechos pasos de montaña y todo en lugares reales como Gales, Grecia y Monte Carlo, todos recreados con un realismo apabullante y todos afectando directamente al coche según pasamos por ellos.

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Pero vayamos por partes. Aunque DiRT Rally incluye una instalación larguísima, podemos hacerla más llevadora gracias a un par de carreras que se incluyen mientras los datos van a al disco duro, así podemos ir entrenando y haciéndonos una idea del control y el coche. Nos daremos cuenta de que el juego se maneja como en la vida real (extremadamente recomendable tener volante conectado) y además de que el título no tiene misericordia con los fallos: si estáis más de 15 segundos fuera de la pista os devolverá a ella penalizando lo ocurruido con tiempo añadido a vuestra cuenta, y si os veis incapaces de volver a ella y le dais al botón de regreso automático, otra penalización.

Las únicas ayudas serán vuestros ajustes del coche que, por supuesto, se hacen antes de las carreras, y la voz del copiloto avisando de lo que está por llegar en el trazado. Esta voz solo tiene dos opciones a configurar: que se escuche por los altavoces de la tele o equipo de sonido o por el mando de la PS4, y la latencia con la que queremos escuchar los comentarios: mucho antes de lo que llegue, un poco antes, al momento o justitos.

Una vez que el juego se ha instalado es el momento de ponerse a crear un equipo completo, seleccionando coche e ingenieros. Al principio tenemos muy poco dinero, con lo que solo podremos acceder a ciertos coches y ciertos miembros del equipo, un ingeniero o dos a lo sumo.

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Según ganemos carreras y nos vayamos clasificando, iremos consiguiendo más créditos para invertir en mejoras para el coche, mejores coches y más gente en nuestro equipo. Hay que tener en cuenta que la simulación no solo se ha aplicado a la conducción: nuestros ingenieros incluyen una cláusula de contrato: la duración del mismo y, si nos descuidamos, podemos ver que, tras varias carreras, nuestro mejor ingeniero se quiere ir porque ha finalizado su contrato y debemos renovarlo. Sabremos que es el mejor gracias a la descripción de sus habilidades, que figuran todas.

Es importante saber elegir buenos ingenieros capaces de desarrollar las mejores opciones para nuestro vehículo. Y para ello hay que tener dinero y para ello hay que correr y hacerlo lo mejor posible. Contratamos y cesamos a los miembros con libertad pero sabiendo que trabajando en equipo serán capaces de mejorar nuestro rendimiento.

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Cuando por fin nos ponemos a correr y el circuito afecta de manera extremadamente realista al coche, veremos que nuestro coche ha sufrido daños. Estos daños hay que arreglarlos y para ello nos valemos del tiempo que ganamos en las carreras. Los arreglos cuestan tiempo y según queramos dejar el coche más fino, más tiempo necesitaremos.

También durante la carrera es esencial hacer caso al copiloto para evitar cometer errores de conducción: curvas, rampas, desniveles…, todo basado en el código que empleaba Colin McRae y que a nosotros nos llega en perfecto castellano. Puede que muchos no la conozcáis o no estéis familiarizados con ella (como le pasaba al que escribía estas palabras) pero por fortuna hay varios vídeos a modo de tutoriales que explican lo que es y además te dan consejos de conducción. En general el juego no ayuda pero te explica cómo rendir al máximo en carrera.

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Es importante ir cambiando de coche de cuando en cuando para probar las diferentes formas de conducción y las diferentes reacciones de los coches. Hay una diferencia abismal entre un Mini y un Renault derivadas no solo de sus inherentes características físicas sino también de los ajustes que nosotros hagamos y de las mejoras que puedan llevar a cabo nuestros ingenieros.

Además de todo esto, podremos activar o desactivar ciertas asistencias automáticas como los faros, limpiaparabrisas y cambio de marchas. Desactivarlas implica bonificaciones para invertir en mejoras. Durante el recorrido veremos un indicativo a la izquierda de la pantalla en forma de línea. Según vayamos avanzando, se irá llenando y así sabremos cuánto llevamos y cuánto nos queda. Hay dos líneas de relleno: una blanca con el indicador de distancia y otra que puede se verde o roja. Si es verde, vamos bien de tiempo. Si es roja, vamos atrasados.

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Aparte de todas las carreras y todas las etapas incluidas, que son muchas, tenemos un estupendo multijugador que permite hasta 8 jugadores simultáneos con suficientes modos de juego para satisfacer a los más exigentes. También hay desafíos diarios, semanales y mensuales para los que se creen que controlan el juego. Son oportunidades de un solo intento contra los mejores pilotos del mundo y requieren mucha maestría porque cometes un error lo más seguro es que fracases y no hay segunda oportunidad.

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Llegados a este punto hay que pararse en lo técnico porque Codemasters ha hecho un trabajo digno de alabanza: la imagen va perfecta a 60 fps sin bajones y los efectos están cuidados a más no poder: lluvia, arena saltando, humo… Todo en HD y un espectáculo visual. Los coches son clavados a sus originales, suenan exactamente como ellos y además la cámara incluye el interior con todo lujo de detalles. Incluso podemos girar la visión y, si estamos en el lugar del piloto veremos al copiloto son su cuaderno de notas. La música es de tipo electrónica y no hay presencia de ella en las carreras, solo en los menús.

¿Pero no hay pegas? Dado el tipo de juego que es y cómo está hecho, pocas se le pueden poner, pero tiene una casi imperdonable: el multijugador solo es online, se vuelve a despreciar la pantalla partida que tanto nos gusta a muchos.

Si nos ponemos quisquillosos, la voz del copiloto podría ser mejor, pero como no es un juego que tenga que destacar por su doblaje, no hay problema. Y aún más quisquilloso: el público, si te paras con el coche ves lo acartonado que está. Como veis, nada que afecte a la jugabilidad.

CONCLUSIÓN

Si estabais esperando al juego de simulación de ralis por excelencia, no dudéis: es este. Tiene mucho y de lo mejorcito, y si tenéis volante es otro mundo. Exigente como pocos y realista a más no poder, Codemasters ha hecho un trabajo fabuloso. La mejor versión es la de PC, pero sin duda la de consolas es magnífica.

Podéis escuchar nuestro análisis en el programa 4×10 a partir del minuto 30:50:

DATOS

Desarrolladora: Codemasters.
Distribuidora: Koch Media.
Género: simulador de conducción.
Idioma: totalmente en castellano.
PEGI: 3.
Plataformas: PS4, Xbox One y PC.
Plataforma analizada: PS4.
Web oficial: https://www.dirtgame.com/uk/home
Precio: 69,99 para consolas y 49,99 PC. La Edición Leyenda incluye el documental de una hora de Colin McRae: Rally Legend, una película que cuenta toda la historia del piloto que inspiró la saga Dirt con detalles de su vida y todo su recorrido profesional.