Análisis: Kirby’s Adventure Wii

La entrañable bola rosa tragona de Nintendo vuelve en su forma más pura. Esta entrega supone una vuelta a la esencia original tras el experimento que supuso la anterior entrega para Wii, Epic Yarn, que estaba muy bien pero era más experimental. En este sentido se enmarca dentro de la tendencia retro que ha marcado Nintendo para algunas de sus franquicias clásicas como Metroid o Donkey Kong, que consiste en ceñirse a las raíces dándole un aspecto actual e introduciendo ligeros cambios.

En este caso, el principal añadido es que pueden jugar hasta cuatro personas a la vez y entrar y salir de la partida cuando quieran. Pueden jugar todos como copias de Kirby con otros colores o pueden jugar como alguno de sus tres aliados: el Rey Dedede, Waddle Dee o Meta Knight, cada uno con sus propias habilidades. Este cooperativo multijugador es divertido pero realmente es un añadido innecesario porque el juego es muy sencillo y una sola persona puede pasárselo sin problema.

La premisa es simple: un alienígena estrella su nave en DreamLand,  la tierra de Kirby, y, como éste y sus amigos se acercan a ver, les pide ayuda para buscar las piezas que ha perdido para poder volver a casa. No requiere de mayor complicación ni dramatismo: es un juego agradable y desenfadado sin mayores pretensiones en el que hay recorrer niveles en vista lateral derrotando enemigos y superando obstáculos en busca de las piezas de la nave.

La gracia del título está en la capacidad aspiradora de Kirby, que puede absorber a sus enemigos y tragarlos para adquirir sus habilidades o escupirlos para atacar a otros. Pero es que ahora además, agitando el mando,  puede absorber bloques y enemigos enormes, o incluso varias cosas pequeñas a la vez. Todos los movimientos se usan constantemente y están bien medidos, pero sobre todo destacan las transformaciones que sufres cuando absorbes a enemigos con habilidades y que pueden ser de dos tipos: las, digamos, normales, que otorgan nuevas habilidades y movimientos hasta que te hacen daño, como usar una espada, lanzar agua o fuego o convertirte en piedra; y las superhabilidades, que permiten destruir partes del escenario y a los enemigos que hay en ellas, pero que se van consumiendo con el tiempo. Todas son elogiables y divertidas e incluso tienen sus pros y sus contras, así que conviene escoger la apropiada en cada caso y para ello hay también la opción de soltar la habilidad que llevamos para coger otra.

Como dije anteriormente, el juego es muy fácil: te puedes pasar los niveles volando y siempre te ponen las cosas necesarias cerca para que no sufras, ya sean alimentos, si estás mal de vid,a o la habilidad que vas a necesitar para superar una zona concreta. Además, los enemigos no ofrecen ningún desafío porque, aunque varían en forma, siguen unas rutinas de combate prefijadas rápidamente indentificables. La única dificultad está en encontrar las piezas de la nave, que están escondidas en los niveles y requieren de alguna habilidad concreta para alcanzarlas, y también en las subfases ocultas que tienes que pasar para llegar a algunas de ellas porque tienen más obstáculos y van a contrarreloj. Compensa buscar las piezas no solo por cumplir con la misión principal, sino porque así se alarga la escasa duración del juego y porque, al alcanzar determinadas cifras, se desbloquean diversas actividades en la nave. De todas ellas, los dos minijuegos que usan los sensores del mando son lo más logrado, especialmente el segundo, y resultan una grata sorpresa.

Evaluado como entrega de la franquicia, y esto es un comentario para los más aficionados al sector, este Kirby tiene además una especial importancia: supone la culminación de una serie de proyectos fallidos con los que, desde 2006 (con Gamecube, antecesora de Wii), Nintendo había tratado de actualizarlo para sus consolas de sobremesa. Así, se aprecian ideas y elementos reciclados de aquellos experimentos, pero están bien integrados en el nuevo enfoque y contribuyen a redondear el título. Si te interesa, se habla en detalle de esto aquí.

En conjunto, lo fácil que es no le quita lo bien hecho que está y lo bonito que es. Si hubiera que definirlo en una palabra, diría que es adorable. Un juego apto para todo el mundo por lo divertido e inofensivo que es, pero sobre todo por su imaginación. Muy recomendable, especialmente como posible regalo para niños.

DATOS:

Género: plataformas
Plataforma: Wii
Desarrollador: HAL Laboratory, Inc
Distribuidor: Nintendo
Edad recomendada: PEGI 7 por violencia caricaturizada
Idioma: español
Precio: 50,95 €
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Trailer: