El mundo ha cambiado mucho, y con él la industria del videojuego. Lejos queda la inocencia de las primeras décadas cuando los mundos virtuales se regían por estéticas abstractas y ocurrentes reglas. Ahora (casi) todo es realista y sobra violencia, e incluso algunos clásicos pasan por el aro. Contemplemos cómo quedaría Super Mario Bros con este enfoque:
Esto en mi infancia hubiese sido un trauma 😉