Análisis de Bloodborne

Bloodborne¿Quieres saber si eres un jugador experto en videojuegos? ¿Quieres poner a prueba tu paciencia? Has llegado al sitio adecuado: te analizamos Bloodborne, de los creadores de Dark Souls y Demon’s Souls, un título extremadamente exigente y diseñado con un impresionante estilo victoriano.

Como ya os contamos en nuestro primero contacto, Bloodborne no se caracteriza precisamente por intentar ser simpático al jugador, ni mucho menos. ¿Tutoriales? Eso para otros, aquí se limita a unos papiros que podemos o no leer. ¿Quieres villanos a la altura? Pues intenta sacudir a los enemigos sin más armamento que tus manos, verás lo divertido que es y lo mucho que duras 😉

Bloodborne

Ahora en serio, From Software, con una marcadísima influencia de Dark Souls y Demon’s Solus, nos hace llegar Bloodborne, un juego en el que empezamos, directamente, en medio de la acción: somos un cazador que debe limpiar Yharnam, una decadente ciudad sumida en el caos y la podredumbre debido a causas desconocidas.

Para poder realizar tal limpieza debemos recolectar ecos de sangre, moneda de cambio que se consigue acabando con los enemigos y que invertiremos en mejoras para nuestro personaje, tanto en sus características (rapidez, fuerza, vigor, etc.) como en sus armas (primaria y secundaria, con ataques rápidos y lentos). Tenemos un lugar para el reposo y la mejora de armas y personaje y que se le ha llamado El Sueño del Cazador, que además sirve como conexión entre diversas zonas del gigantesco mapa.

Bloodborne

Hasta aquí no habría novedad alguna y sería un juego más, con sus toques de rol y mucha acción. Pero Bloodborne no se queda ahí ya que su control y su dificultad lo alejan de los títulos comerciales. Olvidaos de los God of War y similares, en los que contamos con ayudas y enemigos bastante asequibles, así como escenarios muy lineales sin apenas atajos o secretos (los hay, pero puntuales). En la obra de From Software los enemigos pueden acabar con nosotros a la mínima que nos descuidemos, además de que no recibiremos casi nunca ningún tipo de ayuda.

BloodbornePara empezar, no vamos a tener escudos, así que en parte estamos a merced de los ataques. Para continuar, los enemigos a los que matemos volverán a estar ahí si nosotros morimos y tenemos que retroceder porque el punto de control así lo exige. Y para terminar, los ítems que consumamos no volverán cuando resucitemos, nos las tendremos que apañar con los que nos queden de antes de la muerte.

Cierto es que hay movimientos evasivos para los ataques de los enemigos, también que éstos a veces dejan caer munición al morir y que si contraatacamos en el momento oportuno (todo un reto), podemos hacer un ataque que merma muchísimo su vida. Pero todas estas ayudas no son nada comparadas al nivel de dificultad que impregna todo el juego, absolutamente deliberado por parte de de la desarrolladora.

En cuanto al otro apartado destacable, los diseños, no podemos menos que aplaudir el nivel de detalle y minuciosidad que han puesto en Yharnam. No solo por lo decadente y podrido, por el caos y la brutalidad, sino por sus caminos, sus atajos, la forma en que todo está conectado y cómo, con esfuerzo y sangre derramada, consigues abrir atajos entre diversas zonas que luego ahorran un tiempo precioso. Es una ciudad llena de lugares ocultos con muchos secretos por descubrir, edificios que indagar y estampas visuales con las que recrearse.

Bloodborne

Los enemigos, por su parte, son realmente variados y peligrosos. Ya desde el principio vemos unos 5 o 6 distintos en apenas 10 minutos, pero es que según avancemos veremos las mezclas más raras y perturbadoras que podamos imaginar, a cada cual más dañina y que pondrá a prueba nuestra velocidad y reflejos, así como unos jefes finales a la a altura (exceptuando casos puntuales).

A nivel técnico podemos hablar de un juego que exprime bastante la PS4, con unos 30 fps bastante estables (no tanto como nos gustaría) y una resolución de 1080p bien aprovechada. BloodborneA nivel sonoro está a la par con una banda sonora que siempre acompaña y con unos efectos de audio que son capaces de ponernos la carne de gallina (esa cuchilla deslizándose por el suelo, esas toses dentro de casas o ese niño que llora en la distancia, sin dejar de lado ciertos aullidos y gritos de bestias). También hay que agradecer a Sony el cuidado doblaje, aunque algunas voces desentonen, pero es un detallazo del que más de una distribuidora debería tomar nota.

Por desgracia los elevados tiempos de espera han hecho mella, con 45 segundos hasta hace muy poco. Al parecer el nuevo parche los reduce a 10-15 segundos, algo MUY de agradecer ya que la muerte es algo extremadamente habitual.

Bloodborne es un grandísimo juego: exigente, duro, sin clemencia hacia el jugador. Los que quieran un hack ‘n’ slash estándar en el que el protagonista sea el rey más vale que se busquen otro título. No es único en su género, pero sí se distingue por el castigo a los que vayan de duros y les da un buen baño de realidad. Los mayores de edad que busquen un buen rato muriendo y resucitando, mejorando al personaje y reintentando estrategias, tienen aquí una cita.

Podéis escuchar el análisis completo en el programa 5×11, a partir del minuto 16:15:

DATOS

Desarrolladora: From Software.
Distribuidora: Sony Computer Entertainment España.
Género: acción/aventuras y rol.
Plataforma: PS4.
PEGI: 16 (grandes dosis de violencia y sangre).
Idioma: totalmente en castellano.
Web oficial: http://www.jp.playstation.com/scej/title/bloodborne/
Precio: edición normal 64,95 €. Edición coleccionista con caja metálica, banda sonora digital del juego  y libro de lujo con diseños exclusivos 74,95 €. Edición nightmare con los contenidos de la coleccionista y añadiendo cuaderno gótico de Bloodborne, campanilla, diseño «chistera» para mensajero, juego de pluma y tinta roja y caja de edición limitada con forma de libros para guardar todo el contenido 114,95 €. Playstation 4 (500Gb) + Bloodborne, 439,95 €.