Análisis de Deadlight: Director’s Cut

En 2012 una desarrolladora llamada Tequila Works nos hizo llegar un juego llamado Deadlight, el cual tuvo una aceptable recibida gracias a su planteamiento distinto de un posapocalipsis zombi: en otros juegos el objetivo es acabar con cuantos más zombis, mejor, en este la idea es evitar la confrontación. Hoy nos llega la versión remasterizada y ampliada y que supone, seguramente, el momento perfecto para hacernos con él.

Estamos en 1986 y el mundo ha tenido un apocalipsis zombi. Nosotros somos Randall Wayne, un agente forestal, con una salud mental un tanto delicada, que busca a su mujer y a su hija. Randall deberá hacer frente no solo a los zombis sino a puzles muy variados para poder avanzar. Eso sí, tendremos que tener en cuenta que la munición escasea muchísimo y que el ruido que hagamos llamará a otros zombis, así que es mejor no armar follón en la medida de lo posible.

Sin embargo lo que realmente marca la diferencia es la estética que se ha elegido, ya que es un scroll lateral 2D con profundidad 3D (conocido coloquialmente como 2,5D). Es decir, para hacerlo más sencillo: Randall solo puede ir de izquierda a derecha, sin embargo los fondos son en 3D y algunos zombis que están en el fondo pueden ir hacia el frente para atacarnos.

Además esta vez, bajo el subtítulo Director’s Cut, nos llega potenciado por las 1080p y 60 fps, sin bajadas de velocidad y con unos escenarios tan inquietantes como bellos, dentro de la belleza que puede ser un mundo destruido. Si nos paramos a observarlos durante unos momentos podremos, incluso, descubrir la historia de lo que ha pasado.

Debemos destacar también otros momentos muy intensos que recuerdan a un gran juego llamado Canabalt. En general, y dado su plataformeo con puzles, recuerda más a Prince of Persia. También hay vídeos, pero no esperéis cinemáticas de grandes alturas porque están en formato cómic animado.

¿Entonces no hay tiroteos con los zombis? Los hay pero puedes evitarlos. El juego nos da casi desde el principio un hacha y luego nos ofrece una pistola y un fusil. La clave es decidir si queremos hacer poco ruido con el hacha o si queremos ir más violentamente con la pistola y el fusil, teniendo lo antes dicho de la munición.

Lo bueno del hacha es que es silenciosa, lo malo es que consume una barra que tenemos de aguante y que si se gasta del todo, hará que nuestros ataques se vuelvan más lentos y menos efectivos, haciendo falta más para acabar con los zombis.

Sin embargo cuando hay cuatro o más zombis en el mismo sitio tendremos la tentación de empezar a disparar a diestro y siniestro, pero os recomendamos salir corriendo hacia delante y avanzar. Podemos también buscar un sitio alto, esperar a que se reúnan bajo nosotros, saltar desde ese sitio y seguir corriendo. El cómo lo gestionemos depende de nosotros. Por fortuna los tiempos de carga son muy breves y el autoguardado es casi constante, así que no tenemos que tener miedo a perder mucho avance.

Otra de las claves de Deadlight son las plataformas y los puzles. Cuando no estemos disparando o huyendo tendremos que resolver algo para avanzar. Por fortuna todo está integrado en el ambiente, así que no hay pausas. De hecho lo mejor del juego es cuando el mismo entorno con sus componentes permite acabar con muchos zombis a la vez, lo que nos ahorra munición y esfuerzo. Eso sí, en más de una ocasión vamos a tener que tirar el «prueba-error» para lograr los mejores resultados, llamando así el juego a descubrir las combinaciones más útiles.

La verdad es que no es un juego largo, y bien exprimido nos puede durar unas cuatro horas. Por eso esta edición del director viene muy potenciada con extras que lo alargan bastante. Para empezar hay un modo horda que nos trae infinitos zombis seguidos y hay que sobrevivir a ellos con varias armas, siendo una un rifle de francotirador. Otro añadido es el modo pesadilla, que es como la vida misma: una vez mueres, a empezar TODO desde el principio. El otro añadido es una serie de diarios de desarrollo digitales que cuentan cómo se ha hecho el juego y un libro de arte digital.

A nivel técnico no es la panacea pero hay que reconocer que está bien remasterizado y las voces, aunque están en inglés, tienen en general un buen nivel de interpretación. El subtitulado es en castellano y está bien hecho. La música por su parte nunca llama la atención pero siempre acompaña y tiene melodías dramáticas adecuadas.

Sin embargo hay varias pegas que no debemos omitir:

  • En un juego basado en plataformas y puzles, y muchos saltos, llama la atención lo mal que puede llegar a responder el control respecto a los saltos. No están afinados y en momentos imprescindibles pueden hacer lo contrario de lo que queremos.
  • Hay varios bugs que llevan a caídas infinitas y otros que hacen que, después de muertos y cuando volvemos al juego, se escuchen ruidos raros de zombis que no se ven.
  • En ciertos momentos no está claro el camino a seguir y puede que tengamos que recurrir a internet para entender qué hacer que hacer.
  • La historia no da mucho de sí y el final es bastante poco satisfactorio. Por fortuna hay un final alternativo pero tampoco deja un buen sabor de boca.

CONCLUSIÓN

Es sin duda la versión más completa y mejorada de este juego de zombis. Si alguien no lo tenía y le gustan los enfoques distintos a géneros clásicos, es el mejor momento para hacerse con él gracias a su aspecto visual reformado y los extras. Eso sí, se agradecería un parche que solucione los problemas técnicos antes descritos.

Puedes escuchar el análisis en el programa 6×14 a partir del minuto 83:18:

DATOS

Título: Deadlight Director’s Cut
Desarrolladora: Tequila Works
Distribuidora: Koch Media.
Plataformas: PS4, Xbox One y PC.
Plataforma analizada: PS4.
Género: Acción, plataformas.
PEGI: 18+ (violencia, tacos).
Precio: 19,95 €.
Web oficial: http://www.tequilaworks.com/proyectos/deadlight/