Seis años después del fenómeno indie que supuso Limbo, muchos nos preguntábamos si el estudio danés Playdead iba a seguir por ese camino macabro y cuál sería su nuevo proyecto. Pues la respuesta es que sí y que ya está aquí: se llama INSIDE. Una obra con una ambientación y un mensaje diferentes aunque igual de inquietante.

 

NOTA: Todas las capturas están tomadas directamente de PS4

TRAMA

Como ocurría con Limbo, no está muy claro, la verdad. Lo que nos muestran es que manejamos a un chico sin rostro con camiseta roja y pantalones negros que empieza cayendo por la ladera de un bosque, al estilo del protagonista de Limbo. El objetivo es avanzar lateralmente hacia la derecha sin que le descubran unos soldados armados y con perros de rastreo.

Desde ahí, y pasando por distintos escenarios, vamos descubriendo que hay una especie de régimen totalitario que castiga el individualismo y convierte a las personas en títeres controlados a distancia. El protagonista no parece encajar ahí y por eso trata de escapar de todo control escapando de las numerosas trampas que hay en el camino. No se puede contar más para no destripar porque la información es escasa: el juego promueve el misterio porque solo te da los controles básicos y te lanza a la piscina.

Una cosa sí puedo decir: el final me parece menos satisfactorio que el de Limbo, aunque da para reflexiones interesantes sobre el individuo, la masa o el control institucional. Playdead de hecho promueve que haya teorías de los fans.

 

MECÁNICA

Se trata de un plataformas de avance lateral hacia la derecha, por lo general, en el que hay que sortear obstáculos y enemigos además de resolver puzles cada cierto tiempo. Las reglas de su mundo las aprendes sobre la marcha (están sujetas a cambio) y nunca sabes lo que hay a continuación, de modo que todo es ensayo y error.

Los errores llevan a la muerte por causa natural (como ahogarte o caerte de una gran altura) o inducida (que te asesine un enemigo o un mecanismo). Al igual que en Limbo las muertes son explícitas, con miembros mutilados y demás, y reinician automáticamente la partida desde el último punto de control (por lo general el comienzo de una sala o desafío). Las únicas acciones disponibles, aparte de moverse en una dirección, son trepar, saltar, tirar o empujar, y agazaparse.

Inside juega bien con todos estos elementos para ofrecer desafíos constantes en los que lo aprendido se pone a prueba en un corto espacio de tiempo, de modo que se requiere agudeza para dar con la solución y habilidad para ejecutarla en el momento justo. Todo está pensado para generar incertidumbre, ansiedad y desasosiego. Si has jugado a Limbo lo entenderás, y también sabrás que puede que llegue el caso en que consultes una guía.

 

DIFICULTAD

Es un reto asequible para jugadores habituales que requiere sobre todo retentiva y atención porque, como no te explican nada, si te saltas algo o no recuerdas en ese momento la regla aplicable te puedes atascar. Para los más novatos puede resultar duro.

 

DURACIÓN

Da para unas pocas horas si resuelves todos sus puzles deprisa, pero en todo caso es la duración apropiada. El ritmo está bien medido y no te da tiempo a aburrirte a no ser que te atasques en algún punto. Además, al tener coleccionables ocultos para activar un final secreto, se alarga un porque tienes que encontrarlos y entender como resolver su enigma.

 

ARTE Y TECNOLOGÍA

No es un juego puntero ni lo necesita. Cumple con lo básico: la resolución apropiada 1080p y fluidez en los movimientos, que por cierto cuentan con animaciones más trabajadas y numerosas que en Limbo.

Llama la atención su acabado porque se nota que está construido con mucho esmero. La influencia del Instituto Danés de Cinematografía, que ha puesto parte de los fondos, se nota en que tiene la calidad visual propia del cine: gran uso de la profundidad de campo y las tres dimensiones aplicadas al avance lateral, empleo selectivo del color para resaltar elementos o crear ambientes opresivos, control total del encuadre, y diseños inquietantes a la par que simplistas que cuentan mucho con muy poco. Es mejor y más ambicioso que Limbo en términos artísticos y eso denota madurez en el estudio.

Aunque una vez más la mezcla sonora sea solo en estéreo, los sonidos de nuevo están logrados y la banda sonora redondea el tono opresivo con composiciones minimalistas. El compositor de Limbo, Martin Stig Andersen, repite aquí creando temas sintetizados inquietantes que recuerdan a las películas de terror de serie B y que, según dice, ha conseguido emitiendo sonidos a través de cráneos humanos y grabando el resultado. Madre del amor.

Puedes escuchar fragmentos de la banda sonora en nuestro análisis radiofónico (a partir de 85′ 16″):

UNA ÚNICA (AUNQUE IMPORTANTE) PEGA

Es un juego tan de autor que no se molesta en aclarar su mensaje ni sus conclusiones. De hecho el propio estudio se negó a comentar Limbo y supongo que con éste harán lo mismo. Puede desesperar si buscas explicaciones o refutar sus teorías.

 

CONCLUSIÓN

Este heredero espiritual de Limbo se apoya en él para ofrecer un producto más trabajado, igualmente inquietante y desafiante, aunque por desgracia más críptico. Por todo lo demás es redondo: dura lo justo, trata con inteligencia al jugador, aporta ideas frescas y hace que con el tiempo recuerdes muchos de sus momentos por méritos propios. Para mí de lo mejor del año.

Si buscas un juego de plataformas peculiar, éste puede ser un candidato si no te asusta lo tétrico (razón por la que no es recomendable para menores) ni te preocupa resolver puzles. Si ya te gustó Limbo, a por todas. Si no probaste aquel, igual conviene que lo juegues primero.

DATOS

• Plataformas: PC, PS4, Xbox One
• Analizado en: PS4
• Género: Plataformas macabras con puzles
• Jugadores: 1
• Desarrolla: Playdead
• Distribuye: Best Vision PR, que son quienes nos han facilitado el código
• Idioma: menús en castellano
• PEGI: 18 por violencia
• Precio: 19,99 € en todas las plataformas