Análisis de Super Mario Odyssey

Super Mario Odyssey

El esperado juego de Mario para Nintendo Switch ha llegado arrasando no solo en ventas sino en calidad general. Es duro para un seguero el tener que alabar un juego del italiano bigotudo, pero hay que dar a cada cual lo que le corresponde 😛

TRAMA

Bowser rapta de nuevo a la princesa Peach y Mario sale al rescate. Hasta ahí nada nuevo bajo el sol. El añadido es que pierde el combate, su gorra acaba hecha jirones y cae a un mundo desconocido. Allí, Mario conoce a un nuevo aliado, el sombrero multiforme Cappy, que se úne a él con la forma de su antigua gorra para rescatar a su hermana Tiara, que está en la cabeza de Peach. Juntos recorrerán el planeta, y más allá, en la nave Odyssey para evitar la boda de Bowser y Peach y devolver la paz a los distintos mundos que han sido expoliados en el camino.

 

La trama no es de lo más original ni es coherente en todo momento pero está bien llevada, guarda alguna sorpresa y demuestra cómo las cosas están cambiando en Nintendo porque aporta una nueva visión sobre el triángulo amoroso de Bowser, Mario y Peach en el que esta última tiene algo que decir. Sigue siendo una damisela en apuros pero ahora con personalidad.

 

ESTILO DE JUEGO

Es un juego de plataformas tridimensionales en el que puedes mover la cámara con bastante libertad. Controlas a la vez a Mario, con sus habituales movimientos acrobáticos, y a Cappy, que viaja en su cabeza hasta que le usas para algo. Ambos pueden cambiar de aspecto comprando decenas de disfraces distintos a lo largo del juego como el de Mario constructor o Mario con chaqué de boda.

Los disfraces son graciosos pero, por lo general, no aportan nuevas habilidades. Lo que sí permiten es acceder a partes opcionales de los escenarios que requieren de cierto código de etiqueta. Una forma inteligente de incentivar el fondo de armario del jugador.

En total hay 17 mundos que visitar (14 normales, uno secreto y dos desbloqueables). Son bastante amplios, tienen variedad de ambientaciones y climas y unos pocos los puedes seleccionar en el orden que prefieras según la trama. El objetivo por lo general es recolectar una serie de objetos, para lo que hay que superar obstáculos y derrotar a enemigos y a jefes finales para seguir avanzando.

Justo antes de dar el salto al plano retro

Justo antes de dar el salto al plano retro

Además de esto, por los escenarios hay partes muy curiosas en 2D de aspecto retro. Entras a ellas a través de una tubería pixelada de estilo 8-Bit y entonces Mario toma el aspecto y habilidades de Super Mario Bros. y se mueve entre plataformas y enemigos de la época. Todo esto se superpone sobre los modelados 3D como si estuvieras jugando dentro del grafiti de una fachada y se adapta al diseño del nivel pudiendo torcer esquinas o volver a ser tridimensional al salir por uno de sus bordes. Es un efecto muy vistoso y que aporta una mecánica nostálgica actualizada porque incluso ves el equivalente pixelado de cualquier disfraz que lleve Mario. Impagable.

 

CONTROL Y MOVIMIENTOS

Todo se controla con sencillez y precisión con tan solo 3 botones (salto, ataque y agacharse) y la palanca de dirección. Cualquiera puede cogerle el punto en poco tiempo y después ir perfeccionando los movimientos porque, curiosamente, hay algunos contextuales y otros que son combinaciones de botones como agacharse primero y después saltar, por ejemplo. Incluso hay uno polémico que consiste en que Mario se agacha, se hace una bola, y se impulsa para salir rodando por el escenario. Luego dirán que Sonic copia de Mario pero en este caso ha sido al revés: no es una copia literal del Spin Dash pero canta. Ahora además se nota la gravedad y la inercia al moverse de modo que Mario coge carrerilla en bajadas y la pierde en subidas, algo nunca antes visto.

Cappy, por su parte, también tiene habilidades propias. Funciona a modo de boomerang, con el que abarcar mayor distancia para recoger objetos o atacar a enemigos, así que al cabo de un rato vuelve a la cabeza de Mario. También puedes alargar su tiempo de vuelo, controlar por dónde se mueve y lanzarlo en varias direcciones según la inclinación del mando. Es una buena implementación de los sensores de movimiento que responde bien y no cansa porque no deja de ser un añadido. Igual que con Mario, el control es asequible porque hay un autoapuntado parcial que orienta a Cappy hacia enemigos y objetos con los que interactuar.

Sin embargo, la habilidad más destacada de Cappy es la de poseer a otros seres y darle a Mario el control de ellos. Es un concepto de difícil justificación porque transfiere la conciencia de Mario al cuerpo del huésped y fusiona el cuerpo de ambos haciendo que le crezca mostacho a aquello que posee. ¿Cómo ocurre esto? A saber… Estas posesiones tienen una utilidad limitada a ciertas partes del escenario y aportan nuevas mecánicas de juego que son la principal baza del juego, permitiendo controlar desde seres vivos hasta objetos inanimados.

Captura hecha en el modo Foto del juego y aplicando desenfoque

Captura hecha en el modo Foto del juego y aplicando desenfoque

 

TAMBIÉN UN JUEGO DE EXPLORACIÓN

Aunque es un juego de plataformas, en los niveles hay mucho por hacer: desde tareas secundarias hasta superar secciones secretas o recolectar objetos coleccionables de tres tipos: energilunas y dos clases de monedas.

  • Las energilunas son básicamente el combustible de la nave Odyssey y necesitas recolectar cierto número de ellas en cada nivel para poder hacer el viaje a otro mundo. Muchas se esconden en el nivel y otras las custodian los jefes finales. En total hay 999 aunque para terminar el juego te vale con unas 200. El resto sirven para desbloquear contenido: nuevos disfraces para las tiendas, dos mundos adicionales con pruebas para expertos, y un breve final oculto.
  • Las monedas, por su parte, se dividen en las clásicas, de color dorado, y unas moradas de diseño cambiante que son la divisa autóctona de cada mundo. Aunque ambas sirven para comprar artículos en su tienda respectiva, las monedas autóctonas cuentan para el porcentaje de superación de cada mundo, que puedes consultar en todo momento desde la guía del juego.

El mapa de cada nivel, actualizado al momento, ayuda en la recolección al señalar todo lo que queda pendiente de hacer y dónde. Para todo aquel que le entusiasmaran los juegos de plataformas de la época de Nintendo 64, esto es el paraíso de la recolección porque hay cientos de monedas por ahí.

 

DIFICULTAD

Depende del consumo de cada cual. El desafío está bien medido para que cualquiera pueda terminarlo sin problemas: los numerosos puntos de control, los varios golpes que puede encajar Mario y la ausencia de vidas -tan solo se penaliza la muerte quitándote 10 monedas corrientes- sin duda contribuyen a ello. Precisamente para que incluso los más novatos disfruten del juego, se puede activar un modo guiado que despenaliza las muertes y señala el camino a seguir.

La filosofía de resultar asequible y no frustrar se aplica también a los jefes finales: por lo general se derrotan sin problemas por sus patrones repetitivos, escaso poder destructivo y aguante de tres golpes nada más, pero en los niveles desbloqueables descubrirás hasta qué punto se complica la fórmula. En su favor hay que decir que hay combates memorables y que sacan todo el partido de las mecánicas de juego.

Al terminar la campaña todavía quedan montones de pruebas opcionales en cada mundo que requieren una habilidad experta. Una buena forma de alargar la duración del juego y proponer retos a la altura de los más veteranos.

 

MULTIJUGADOR

En cualquier momento se puede activar un curioso modo para dos jugadores en el que uno controla a Mario y el otro a Cappy. Ambos se mueven de forma independiente dentro de un radio de acción bastante amplio sin fusionarse, como en la campaña individual. De esta forma, pueden recolectar objetos o derrotar enemigos por su cuenta aunque también pueden interactuar para que Mario supere algún obstáculo saltando sobre Cappy. Es una buena idea porque funciona perfectamente con los Joy-Cons en posición horizontal y Mario mantiene sus movimientos propios.

 

ARTE Y TECNOLOGÍA

Muy bien porque demuestra la habilidad de Nintendo para explotar su consola y hacerla lucir aunque no sea lo más puntero. Para empezar, es un juego fluido que mantiene los 60 fps en casi todo momento y que tiene unas pantallas de carga mínimas antes de cada nivel. Después tiene una resolución variable que da lo mejor de cada modo: llega a 900p anclada y a 720p en modo portátil, aunque baja en función de la acción que haya en pantalla. Y por último están la distancia de dibujado, el suavizado de los contornos, el desenfoque de movimiento y la nitidez de las sombras, que son dignos, más aún en modo anclado. Todo esto se consigue jugando con la calidad de los modelados y de sus animaciones en los planos más alejados, pudiendo desaparecer o moverse a trompicones según la distancia. Impresiona fijarse en estos trucos de programación para ver cómo van rascando potencia.

Curiosamente, activando el modo Foto las restricciones se eliminan y el juego luce su mejor acabado estando congelado en el tiempo, así que puedes hacer capturas espectaculares jugando con la posición de la cámara y diversos filtros. No está al nivel de Horizon pero impresiona.

Otro ejemplo del modo Foto

Otro ejemplo del modo Foto

En cuanto al acabado visual, los diseños son sensacionales y hay grandes modelados, efectos visuales y texturas, aunque no sean los más nítidos del mercado. Destacan también las animaciones porque todo resulta creíble y Mario cuenta con numerosas acciones en función del momento como sudar o temblar. En dos palabras: es encantador.

El apartado sonoro redondea el acabado con una buena mezcla multicanal, escasas pero cuidadas voces (Mario –el inagotable Charles Martinet- y Peach hablan en inglés, el resto en idioma balbuceado o directamente inventado), y también hay efectos sonoros de calidad. La música está tan cuidada que incluso algunos temas tienen dos versiones: la normal y la retro para cuando Mario se vuelve bidimensional. En general, la BSO mezcla diversos estilos y ambienta perfectamente la acción con instrumentos clásicos, modernos y étnicos.

 

PEGAS

  1. La cámara no siempre sigue la acción y te puede jugar malas pasadas, así que toca irla recolocando. No es de lo peor que se ha visto pero se puede atascar en una pared y dejarte sin visión.

 

  1. Cuando Mario se quema tiene una animación desesperante: sale corriendo sin control como una locaza y es fácil que caiga en alguna trampa o al vacío. La mejor opción es dejar de moverse, incluso soltando el mando por unos segundos. Creo que se podía haber solucionado haciendo que se chamuscara en un punto cercano a donde se quemó y sin moverse para que pudieras retomar el control enseguida sin parecer un castigo.

 

  1. Los nuevos villanos que ayudan a Bowser, la familia de conejos llamados Broodals, están sobreexplotados porque muchos de sus enfrentamientos son similares (la mayoría te ataca con su sombrero) y parece que están ahí para alargar la historia. Menos luchas y más variadas hubiera estado mejor.

 

CONCLUSIÓN

Es el mejor Mario en 3D que hay hasta el momento. Es largo, divertido, sorprendente y tiene todos los elementos para gustar tanto a usuarios habituales como a los casuales o que se acerquen a la franquicia por primera vez. Aunque yo no sea un ferviente seguidor de Mario, reconozco que es de lo mejor de este año y que es un imprescindible para Switch. Además, lanza un mensaje integrador a lo Star Trek que viene muy bien en la actualidad: viaja, mézclate con otras culturas y adáptate al entorno.

 

DATOS

  • Plataforma: Switch
  • Género: plataformas
  • Jugadores: 1 o 2
  • Desarrolla: Nintendo
  • Distribuye: Nintendo
  • Idioma: textos en español, voces en inglés e idioma inventado
  • Edad recomendada: PEGI 7 por violencia no realista y elementos que pueden dar miedo a niños pequeños
  • Precio: 59’95 € aunque se puede encontrar más barato según la tienda