Ubisoft nos ha dado el Assassin’s Creed más variado y extenso hasta la fecha. Un mundo gigantesco por recorrer, cientos de misiones secundarias y un trasfondo histórico apasionante protagonizan un Assassin’s Creed 3 titánico.

MISMA SAGA PERO NUEVO COMIENZO

El lema de Ubisoft Montreal fue «hagámoslo desde cero«, y así ha sido: tras cinco años, cuatro juegos (Assassin’s Creed 1, 2, La Hermandad y Revelations) y dos protagonistas (Altaïr y Ezio, si no contamos con Desmond), llega el momento de cambiar de época y de personaje. En este caso nos vamos a la Revolución Americana para vivir la aventura con dos personajes: Haytham Kenway y Connor, éste segundo el verdadero protagonista, mitad nativo mitad inglés por madre y padre respectivamente. También veremos a personajes míticos de la historia como George Washington y batallas que realmente tuvieron lugar.

El motor gráfico así como la historia son nuevas, en el sentido de que tenemos nueva línea temporal, dejando ya a Ezio y a Altaïr, aunque hay constantes referencias a ellos, pero solo de palabra. En el terreno visual, la nueva captura de movimiento ha permitido crear rostros más detallados, más movimientos y más fluidos, todo para aportar más credibilidad a lo que vemos.

Los primeros compases son largos, tal vez demasiado, y Connor se hace esperar mucho. Hasta ese momento habremos podido descubrir que vamos a poder manejar a Desmond cuando queramos: desconectar el Animus (el aparato que nos permite revivir la vida de sus antepasados) y explorar la cueva en la que nos encontramos. No solo eso, también tendremos que cumplir misiones con él, esenciales para que la trama avance. Y es con esa historia, con un posible fin del mundo llegando a la Tierra, con el que este Assassin’s Creed nos presenta el principal conflicto: los Asesinos vuelven a estar contra las cuerdas entre el tiempo que les queda y los Templarios, siempre al acecho.

También habremos manejado a otro personaje y recorrer con él diferentes localizaciones, para así volver a efectuar otro descubrimiento: tras repasar los principales controles habremos visto una pequeña parte del mundo recreado (el cual es, sencillamente, vastísimo) y cumplido diversas misiones, tanto principales como secundarias, que nos ayudarán a centrarnos en la nueva dinámica de este Assassin’s Creed: el sigilo es más importante que nunca.

Aunque sigamos siendo Asesinos, el asesinato no siempre es la mejor opción, de hecho enfrentarnos a más de tres enemigos puede ser bastante desaconsejable hasta que manejemos a un Connor maduro.

NUEVAS OPCIONES PERO MISMA ESENCIA

Las señas de identidad de los Assassin’s Creed siguen ahí: las cuchillas en los brazos, las carreras por las alturas, las ciudades llenas de vida, las cientos de misiones secundarias, una trama de misterio, amistades, traiciones y giros constantes, etc., y sin embargo novedades hay y muchas, entre las que podemos destacar varias.

Connor es, sobre todo, nativo, y eso se nota en su manejo y acciones: tiene enormes capacidades para la caza, y dado que los bosques son enormes, vamos a tener que cazar para sobrevivir y además comerciar con las piezas que logremos. Hay bastantes especies de animales rondando por el mapeado, y cada especie tiene su modo idóneo de ser cazada, así que debemos tener cuidado sobre qué forma elegimos para hacerlo ya que la conservación de las piezas es importante a la hora de lograr más beneficios.

Su armamento es otra novedad: dada la época que revivimos, las pistolas y fusiles son muy primitivos, lo que hace que recargarlos lleve su tiempo, el cual puede ser usado por nuestros enemigos para dispararnos sin compasión. Si preferimos ser más «manuales» podemos usar las cuchillas del asesino, el arco y las fechas o una nueva muy interesante consistente en una estaca de madera unida a una cuerda. Si lanzamos dicha estaca a los enemigos podremos estrangularles desde las alturas gracias a la cuerda, o bien si estamos a ras de suelo acercarles poco a poco hasta nosotros para acabar con ellos. Un movimiento especial y espectacular consistente en lanzar desde lo alto la cuchilla, saltar hasta el suelo y conseguir que el enemigo sea ahorcado gracias a la cuerda a la que está unida.

GIGANTESCO MAPA QUE CONDICIONA LA JUGABILIDAD

Ubisoft Montreal prometió un mapeado enorme, tremendo, gigantesco. Pues bien, ha cumplido con creces y para ver todo lo que han puesto en el juego vamos a recorrer horas y horas de ciudad (Boston y Nueva York) y mucho, mucho, muchísimo bosque.

En este bosque vamos a encontrar la nueva forma de desplazamiento: los árboles. Connor, como buen nativo, tiene unas excepcionales habilidades para la caza pero sobre todo para el desplazamiento por los árboles, los cuales puede usar (y es lo más recomendable) para ejecutar ataques aéreos que dejen desconcertado al enemigo así como ser invisible a los ojos de los demás en misiones de sigilo. Su movimiento es rápido y fluido, lo cual le hace ganar muchos enteros a la hora de no tener dudas por elegir este sistema.

No podemos dejar de mencionar el clima variable: vamos a ver ambientes primaverales hasta los paisajes más nevados, pasando por tormentas y niebla, todo ello afectando a la jugabilidad: la nieve nos impedirá correr, la lluvia nos hará dejar rastro, etc., de hecho habrá momentos en los que tengamos que usar esas huellas para seguir a otros objetivos.

En general, el tamaño del mapeado hace necesario varias veces subirse a altísimos puntos para poder observar mejor lo que nos rodea y calcular distancias. Con este fin vuelven las Atalayas, puntos donde el jugador puede observar su entorno y sincronizarlo con el fin de que aparezca claramente representado en el minimapa en la interfaz. Hay unas cuantas, y de hecho una de las misiones secundarias es lograr sincronizarlas todas.

Por cierto que es en este punto donde podemos encontrar una curiosidad visual: Ubisoft, consciente de la limitación gráfica de las actuales consolas, ha puesto una especie de niebla que impide una distancia de dibujado muy grande. De esta forma ahorra polígonos y el juego gana fluidez, aun a pesar de que es una solución no muy elegante pero válida en todo caso.

UNA HISTORIA PRINCIPAL, CIENTOS DE MISIONES SECUNDARIAS

No podemos perder de vista que Assassin’s Creed no es un FPS al uso ni un título lineal. Es un sandbox en toda regla y ello implica que podemos movernos por todo el escenario cuando queramos, y por tanto podemos seguir o no la historia principal y dedicarnos a cumplir esas misiones secundarias que tanta variedad y diversión aportan.

Pues bien, son muchas, muchísimas, y aunque no es necesario cumplirlas a veces sí que ayudan a entender más cosas de la historia principal y otras ayudan a llevarla a cabo. Hay incluso otras que adquieren cierta importancia, como una aventura en barco en el que tendremos que manejar a un poderoso navío y establecer auténticos combates navales excelentemente bien tratados.

En este sentido este Assassin’s Creed es el más completo, variado y largo de todos, con cientos de caminos y decisiones que tomar y misiones que cumplir.

UN JUEGO VASTO, PERO TAMBIÉN LLENO DE ERRORES

Tampoco podemos engañarnos: si Ubisoft ha hecho un titánico esfuerzo por hacer un juego lleno de contenido, eso ha provocado que haya miles de errores por todas partes, sobre todo en la parte técnica: objetos que aparecen y desaparecen sin parar, bocas que no se mueven aunque suene diálogo, personajes que nos detectan de forma aleatoria en las misiones de incógnito, fallos de control con nuestras pulsaciones de botones…;

Sobre todo destaca una IA sencillamente desastrosa, con personajes ejecutando movimientos extraños, cumpliendo nuestras órdenes de forma más que cuestionable y dejando entrever que su programación ha estado llena de problemas.

Visualmente es fluido a ratos, ya que cuando tengamos a unos cuantos personajes en pantalla, sobre todo en batallas masivas, vamos a notar tirones muy molestos, lo que hace pensar que no está del todo optimizado para consolas, porque en PC todo es más fluido. Hay que reconocer que es realmente molesto que todo vaya más lento y a veces hasta a trompicones cuando efectuamos huidas por una ciudad y los numerosos ciudadanos se nos pongan delante por el camino.

Eso sí, a nivel sonoro nos encontramos ante un trabajo casi intachable: la música es variada y se ajusta a nuestras acciones, los efectos cumplen y cada arma u objeto (ojo a las batallas navales) suena como debe. El doblaje es sensacional y, aunque se echan de menos los acentos que distingan a nativos de británicos, cuenta con un vasto reparto en el que, como es habitual en un juego con tantísimos personajes, repiten voces. Connor está doblado por un magnífico Iván Muelas (Will Smith en la mayoría de sus películas y en toda la serie El Príncipe de Bel-Air) y Ubisoft ha contado con la participación del gran Luis Tosar para George Washington que, todo sea dicho, hace un estupendo trabajo, demostrado, como os contamos en la presentación del juego, que no solo es un gran actor sino también un artista que ha hecho anteriormente doblaje y ha sabido adaptarse aquí.

MULTIJUGADOR SENCILLO PERO EFECTIVO

Vamos a dejarlo claro antes de contar nada más: Ubisoft es de las empresas que también ignora el multijugador a pantalla partida (offline) y además obliga a usar el Pass online. Desde A los mandos respetamos ambas opciones pero no nos parecen, ni de lejos, las mejores, sobre todo la segunda. Estamos a unas alturas de la actual generación en la que consideramos la experiencia offline tan importante como la online, y en la que el Pass es lo que más beneficia a las empresas y más perjudica a los usuarios. En este sentido no podemos dejar de tirar de las orejas a la desarrolladora por apostar por un camino, por desgracia, cada vez más frecuente.

En lo que respecta al modo en sí, cumple sin problemas gracias a sus variados modos de juego, aunque no son ninguna novedad hoy en día: todos contra todos, protección del propio terreno, etc.; con un máximo de 8 jugadores simultáneos y muchas opciones de personalización, Assassin’s Creed 3 cuenta con un añadido que si bien no era necesario sí es de agradecer, aunque por desgracia tenga las características que os hemos descrito en el primer párrafo.

VALORACIÓN FINAL

Dicho todo lo anterior, está claro que Ubisoft ha apostado muy fuerte por este Assassin’s Creed, ha recreado con todo lujo de detalles una época tan importante como la Revolución Americana y ha tirado la casa por la ventana. Tan fuerte es dicha apuesta que ha conllevado errores de bulto derivados del ingente tamaño total, pero se puede decir que han salido airosos gracias a un guión que nuevamente sorprende, un mundo abrumadoramente lleno de posibilidades y un multijugador que cumple.

Cualquier fan de Assassin’s Creed debería encontrar en éste todo lo que quería y mucho más, sin embargo los que lleguen de cero se perderán fácilmente (a pesar de la excelente introducción que nos explica cómo hemos llegado hasta aquí) por lo que la mejor opción sería comenzar por el primero.

Una compra muy recomendable siempre y cuando se perdonen sus numerosos errores y se tenga mucha paciencia dada la enorme duración y la muy larga introducción.

Podéis escuchar el análisis en el programa en este reproductor: Ir a descargar

DATOS

Género: acción/aventuras/sandbox
Plataformas: PlayStation 3, Xbox 360, Wii U, PC.
Plataforma analizada: PlayStation 3.
Desarrolladora: Ubisoft.
Distruibuidora: Ubisoft.
Idioma: totalmente en castellano.
PEGI: 18+ (violencia, lenguaje soez).
Precio: PS3, Xbox 360 y Wii U por 66,95, PC por 46,95.