El mundo abierto posapocalíptico infestado de infectados (que no zombis) de Days Gone bebe, sin disimulo, de The Walking Dead y de The Last of Us, dos grandes referencias que le ayudan a tener personalidad propia. Analizamos la fortísima apuesta de Bend Studio.

Embarcarse en una aventura tan grande como hacer un juego enorme de mundo abierto tiene mucho valor, pero también sus riegos. Ben Studio se ha esforzado al máximo en dar un juego largo, lleno de contenido, de misiones y de hacernos sentir en absoluta inferioridad en un mundo en el que, si algo se mueve y no está en determinadas zonas de confort, quiere matarnos y no va a parar hasta lograrlo. Sobre todo porque no somos soldados sino un motero corriente y moliente. Bienvenidos al violento mundo de Days Gone.

No se esconden en ningún momento las influencias más directas: The Walking Dead (Deacon St. John, motero y con un carácter áspero) y The Last of Us (infectados a mansalva). La trama nos presenta a un Deacon que vive el día a día sobreviviendo en un mundo hostil con un único objetivo: hacer favores a otros para obtener recursos. Bueno, y algo más que no vamos a desvelar por motivos obvios: él al final muere y ella se casa con el caballo. O no 😉

Sí que es verdad que, en los primeros compases, contamos con la compañía de Boozer, el inseparable amigo de Deacon, pero esto dura poco por motivos que tampoco vamos a contaros: muta en un unicornio y se va a Narnia. Bueno, basta de bromas.

Days Gone es un gigantesco mundo abierto ambientado en el ficticio Farewell en el que deberemos ir cumpliendo distintas misiones, las cuales forman lo que han llamado «Historias«. Estas «Historias» nos irán descubriendo poco a poco un pasado que no conocemos y que guarda giros de guion realmente interesantes. Estas misiones van desde limpiar zonas de infectados a enfrentarnos a grupos de personas de dudosa calidad moral, pasando por encontrar valiosos recursos o perseguir a objetivos concretos.

Conforme vamos cumpliendo estas misiones adquiriremos experiencia que, llegado un momento, se convertirán en puntos que podremos invertir en mejoras para Deacon. ¿Os suena todo esto? Sí, es rol puro y duro, aunque desde luego sin la profundidad (tampoco la necesita) de un Final Fantasy. Mejorar a Deacon es FUNDAMENTAL para enfrentarnos a los peligros, cada vez mayores según avance la aventura, que nos iremos encontrando.

Pero no solo hay que potenciar a nuestro personaje, también a su moto, principal medio de transporte ya que el terreno es tan vasto que ir andando o corriendo no es una opción. Dicha moto es un personaje más: hay que mantenerla de la forma adecuada con gasolina que iremos encontrando por distintos lugares, así como arreglarla cuando sufra averías. Y ahora llega la tranquilidad: en ningún caso se usa dinero real para potenciar nada.

La moto, además, nos sirve para guardado rápido, pero no podremos hacerlo si estamos lejos de ella, conviene no alejarse mucho por si encontramos enemigos cerca y queremos huir.

Los infectados son, por su parte, lo más interesante del juego. En sus primeros tráileres, Days Gone nos ponía en situación: decenas y decenas, llegando a centenares, de infectados contra nosotros, solos. No sabemos si so tantos como se apuntaba, pero desde luego son muchísimos.

Podemos encontrarlos en mayor o menor número por cualquier parte (de hecho si nos oyen llegar por carretera pueden lanzarse a por nosotros y tirarnos de la moto, muy espectacular). En pequeño número podemos despistarles y matarles sin grandes dificultades. Para ello podemos usar bien armas de fuego (ruidosas, no recomendable a menos que tengamos silenciador) u objetos que, nuevamente, encontraremos por cualquier parte. Estos van desde tablones a sierras, pasando por hachas y un largo etcétera. Sin embargo hay que tener en cuenta que, con su uso, se van desgastando y se rompen, por lo que hay que buscarse otro útil. Como medida de emergencia siempre contaremos con un pequeño cuchillo que nunca se rompe, pero su daño es muy limitado y hacen falta muchos golpes para acabar con los enemigos.

Para limpiar las zonas infestadas deberemos hacer dos tareas: la primera, acabar con pequeños asentamientos de infectados hibernando. Se caracterizan porque son multitud de ramas podridas que, si las prendemos fuego, salen de ellas cuatro o cinco infectados buscándonos para matarnos.

La segunda es ‘la creme de la creme’: las hordas. Como su propio nombre indica, son muchísimos enemigos que van en manada a atacar a lo que se acerque. ¿Se pueden matar? Sí, es más, se deben matar, y para ello hay que establecer una estrategia y usar todos los medios que el juego pone a nuestra disposición, que no son pocos. Cuantos más nidos y hordas matemos, más seguras haremos las carreteras. Contra las horas de poco vale el sigilo dado su ingente número, pero contra los asentamientos sí podemos salir victoriosos.

Como decíamos, no todo lo que se mueve en Farewell quiere acabar con nosotros, hay asentamientos humanos en los que podremos comprar suministros, armas y munición, así como potenciar la moto y personalizarla. Para adquirir todo deberemos disponer de créditos, los cuales se consiguen cumpliendo los citados encargos que nos van ordenando. En estos sitios deberemos ganarnos la confianza de los jefes para desbloquear los mejores objetos, y la confianza se gana… sí, jugando y cumpliendo misiones. El sistema de toda la vida.

Todo lo que vayamos almacenando irá a la «rueda de supervivencia«, la cual se abre con L1 y, desde ahí, seleccionaremos lo que necesitemos. Podemos llevar cuatro armas: una principal, una especial y una de mano, además del arma cuerpo a cuerpo que escojas. Si no tenemos ningún arma cuerpo a cuerpo tendremos por defecto el cuchillo.

Llega el momento del apartado técnico. Es un juego exclusivo de PS4 y, visualmente, Bend Studio se ha esforzado en crear una ambientación espectacular, con bellos escenarios naturales que se ven interrumpidos por ubicaciones edificadas y posapocalípticas con edificios en ruinas. Además, el ciclo día y noche cambiante afecta a la jugabilidad.

A nivel sonoro no se queda atrás, con melodías muy apropiadas que mezclan el toque rock con el toque melódico gracias a unas guitarras y unos punteos espectaculares. Por su parte los efectos sonoros están a un gran nivel, con sonidos de armas muy efectivos, animales que suenan como deben sonar y unos gruñidos de infectados que ponen pelos como escarpias. Pero si hay un aspecto que hay que aplaudir de forma especial es el doblaje. Como todo triple A de Sony, viene totalmente en castellano y han elegido a Claudio Serrano para el protagonista, que hace un trabajo sensacional. Además se puede ver como un guiño a The Walking Dead porque el juego se inspira mucho en la serie, Deacon se parece a Daryl y Daryl estaba doblado por él.

Por desgracia los rumores son ciertos y la larga lista de pegas ensombrece bastante el resultado global. Las actualizaciones ayudan, pero se siguen notando defectos importantes:

• Abundancia de fallos técnicos a pesar de los múltiples parches, con problemas que llegan a exigirnos que volvamos a cargar la partida. Ejemplo: llegar a un asentamiento de asesinos. Matar, con mucho esfuerzo, a 14 de 15 y, al no encontrar al 15, toca buscarlo. ¿Dónde está? Se ha metido, de alguna forma, dentro de unas rocas y es imposible darle. Así que… toca cargar partida y volver a matar a los 15 asesinos.
• Una repetición extenuante de misiones, un error muy común en el mundo abierto. Las primeras misiones son muy divertidas, pero cuando tienes que hacer exactamente lo mismo durante 40 horas, acabas harto.
• Clara falta de imaginación con evidentes copia-pega de juegos como Assassin’s Creed, Batman Arkham, Uncharted y un largo etcétera.
• El doblaje de los secundarios deja mucho que desear, con algunas interpretaciones que parece que están leyendo.
• La rueda de selección para elegir arma u objeto no es precisamente exacta y, si no nos fijamos bien en lo que elegimos, podemos estar seleccionando justo lo que no queríamos y desperdiciar un recurso muy valioso.
• Los tiempos de carga son no solo habituales sino largos. Esto es imperdonable porque corta el ritmo brutalmente y la intensidad de una escena se va al garete.
• La IA vuelve a hacer gala de una ausencia clamorosa. ¡¡Qué fácil resulta perder a enemigos que te están persiguiendo!! O que no te vean y te tienen casi delante… Lo más increíble es cuando matas a una persona no infectada, van amigos suyos en su búsqueda, ven el cadáver y no reaccionan en absoluto.
• Un lenguaje soez muy exagerado que suelta burradas que se podrían evitar.

CONCLUSIÓN

En general, a pesar de tener una historia muy interesante y unos personajes con los que no cuesta empatizar (y eso es muy bueno), el apartado técnico y una repetición extenuante lo lastra bastante. Days Gone es un muy buen juego, un grandísimo esfuerzo de una desarrolladora de tamaño medio de hacer un juego masivo, y en parte les ha salido bien porque Deacon es ya un personaje para el recuerdo y el mundo recreado es brutal, pero han cometido errores por intentar hacerlo masivo a lo bestia. Los fans de los juegos de supervivencia, aventura y mundo abierto lo disfrutarán mucho, aunque esperemos que en las secuelas tomen buena nota porque hay juegos de mundo abierto anteriores a este que le superan.

Podéis escuchar nuestro análisis en el programa 9×10 a partir del minuto 43:37:

DATOS

Desarrolladora: Bend Studio.
Distribuidora: PlayStation España (código de descarga).
Plataformas: PS4, PS4 Pro.
Analizado en PS4.
Idioma: totalmente en castellano.
Género: acción y supervivencia en mundo abierto.
PEGI: 18 por violencia extrema y lenguaje malsonante.
Precio: 64,95 € físico. 69,99 € digital.
Web oficial: https://www.playstation.com/es-co/games/days-gone-ps4/