El último juego de Grasshopper y de su peculiar director ejecutivo, Suda51, ya está entre nosotros.
Contra todo pronóstico, el sistema de lucha de este Hack and Slash es mucho mejor de lo que su estudio nos tiene acostumbrados, aunque esto no puede eclipsar el resto de sus carencias.
Es, en todo caso, una propuesta diferente, atractiva y algo picante que no gustará a todo el mundo. Sigue leyendo