Análisis de The Legend of Zelda: Breath of the Wild

Pasada la fiebre de su lanzamiento, y pudiendo analizarlo con calma, es momento de hablar del último juego de la saga Zelda, saga de videojuegos con la que tengo la relación más Pimpinela de la historia porque tan pronto los odio (cuando se anuncian) como los amo (cuando se lanzan).

Ése era mi círculo vicioso hasta ahora pero éste es el juego que me ha abierto los ojos para no persistir en mi clásico error: un título que, seguramente, va a influenciar el diseño de videojuegos que venga a partir de ahora. Lo sé: suena a exageración hasta que lo pruebas. Sigue leyendo