El simpático mapache ladrón Sly Cooper, una franquicia algo infravalorada de PlayStation 2, regresa en una más que correcta entrega en alta definición hecha por un nuevo estudio.
Un juego de plataformas carismático, diferente y con buen humor de los que hoy en día escasean que permite jugarlo de distintas formas y que propone diversión para rato. La banda de Sly ha tardado en volver, pero la espera ha merecido la pena. Sigue leyendo