Análisis de Shenmue I & II (HD)

Tras años de exclusividad y diversos rumores sobre su conversión desde la época de PS3, llegan finalmente las versiones HD de los juegos más legendarios de Sega Dreamcast: Shenmue I y Shenmue II.  Aunque sus mejoras podrían haber sido más atractivas y actuales, su valor reside en su fórmula única.

 

TRAMA Y CONTEXTO

El joven Ryo Hazuki, practicante de Jujitsu, ve morir a su padre a manos de Lan Di, un letal luchador chino. Lan Di deja el lugar no sin antes robar el Espejo del Dragón, un misterioso artefacto con un oscuro pasado, y Ryo se dedicará entonces a seguir el rastro de ambos para vengarse. Su viaje le llevará por el Japón de mediados de los años 80, en la primera entrega, y por Hong Kong poco después, en Shenmue II, hasta descubrir la historia que desconocía y que lo conecta todo.

Una trama que mantiene el interés, pese a estar alargada en exceso para los cánones actuales, y que desgraciadamente quedó inconclusa. ¿Los motivos? La elevada inversión de capital que requirió el desarrollo de ambos juegos, apenas recuperada, y la posterior y traumática reconversión de SEGA en desarrollador multiplataforma al fracasar su modelo de hardware. Aunque las esperanzas se habían mantenido vivas desde entonces, había poca evidencia real de que Yu Suzuki (ahora fuera de SEGA) y su equipo llegaran a cerrar la trilogía Shenmue.

Afortunadamente, y gracias al apoyo de Sony y de los mecenas de Kickstarter en 2015, la ansiada tercera parte verá la luz en 2019. Ésta es la razón principal de la existencia del recopilatorio: revitalizar el interés y crear comunidad de cara al desenlace de la historia.

 

UNA FÓRMULA REVOLUCIONARIA

Publicados originalmente en Dreamcast en 2000 y 2001 (con una versión posterior de Shenmue II para la Xbox original con ligeros retoques), su propuesta cambió los esquemas de la industria. Las dos entregas de Shenmue nos ponen en la piel de Ryo en tercera persona mientras explora escenarios abiertos en 3D en busca de pistas y habla con las gentes del lugar. No hay ni mapa interactivo ni brújula: te orientas observando el entorno, más reducido en extensión que los actuales. En comparación con los títulos actuales del mismo género, es una experiencia lenta e introspectiva.

Lo que se puede hacer depende de la información recopilada, que se apunta en el diario automáticamente, y de la hora, puesto que los personajes cuentan con rutinas diarias propias. Adicionalmente, tendrá que hacer frente a eventos de respuesta rápida y derrotar enemigos en peleas cuerpo a cuerpo (con bastantes combos disponibles) para avanzar. Otra opción para pasar el tiempo es participar en competiciones de diversos tipos (como carreras de toros elevadores), coleccionar figuras o echar partidas a recreativas de SEGA de la época, maravillosamente emuladas. Todas estas acciones se realizan con pocos botones y con una sencilla interfaz que contiene hora, inventario, diario, y opciones, y que adapta sus acciones disponibles en función del contexto.

La influencia de este diseño se notaría en el de posteriores juegos de mundo abierto con características como la propia interfaz reducida, los minijuegos, los elementos de RPG, los ciclos de luz y de clima, o las rutinas de los personajes no controlables. El ejemplo más claro de su herencia es la saga Yakuza, también de SEGA, que construye sobre estos cimientos ofreciendo una fórmula más actual y que se ha ido depurando con cada nueva entrega.

 

AÑADIDOS

Dejando para más tarde las mejoras técnicas y artísticas, las remasterizaciones cuentan con varios avances:

  • Una interfaz rehecha para que no desentone con las actuales resoluciones

 

  • Menús recreados con total nitidez y las mismas tipografías de entonces.

  • Posibilidad de emplear los controles clásicos o unos actualizados en los que se emplea el segundo stick para rotar la cámara, entre otras comodidades.

 

  • Resoluciones ajustables en la versión de PC, que incluye además diversas opciones gráficas.

 

  • Algunos de los productos licenciados presentes en los escenarios han tenido que cambiar su apariencia por falta de derechos de uso. Tal es el caso de los botes de Coca-Cola, ahora con una marca genérica.

  • Selector de doblaje japonés o inglés para las voces, así como varios idiomas para subtítulos. En Dreamcast, por limitaciones de espacio, resultaba imposible.

 

DURACIÓN Y DIFICULTAD

La suma de ambos juegos da para unas 50 horas en total cumpliendo encargos secundarios y completando la trama principal. El desafío es asequible una vez que entiendes su propuesta, así que no es habitual quedarse atascado, y la curva de dificultad está bien medida.

 

ARTE Y TECNOLOGÍA

Aunque los modelados se mantienen con la misma carga (limitada) de polígonos, el resto de elementos han sido mejorados para dar una apariencia más actual al conjunto. Así cuenta con una paleta de colores más amplia y cálida, efecto de resplandor de luz (opcional) sobre las superficies, un cielo de mayor resolución, reflejos solares más nítidos, texturas reinterpretadas, una simulación más realista del agua, o sombras falseadas y filtros de imagen exclusivos (de la versión Xbox) en Shenmue II.

La parte técnica no resulta tan atractiva, pero se mantiene contemporánea con un renderizado 1080p a 30 fps estables (opcionalmente se puede activar el modo 480p original), formato de pantalla 16:9 (4:3 opcionalmente), un competente suavizado de bordes y unos tiempos de carga notablemente reducidos con respecto a las constantes esperas de Dreamcast. Incluso aunque en PC se ofrezcan más opciones, como el soporte ultrapanorámico, se podía haber hecho más.

 

PEGAS

  • Las escenas de vídeo mantienen el aspecto 4:3 original. Es una lástima que no se hayan podido redimensionar para llenar la pantalla debidamente, sobre todo en Shenmue II que se trata de escenas panorámicas encajadas en un aspecto 4:3.

  • La cámara se descoloca al moverla demasiado hacia los lados, teniendo que esperar a que se reponga.
  • El control resulta pesado incluso con el mejorado control de la cámara y habiendo ajustado la sensibilidad de ésta.
  • Elementos y personajes siguen apareciendo de repente en a cierta distancia (popping) como en el original. Esto se podría haber mitigado con la tecnología actual.
  • Se mantienen muchas texturas en baja resolución. El acabado es irregular por la mezcla de modelados con bordes definidos, texturas reinterpretadas en HD y texturas con su resolución original.

  • Los diálogos suenen comprimidos, más en inglés (que encima es el peor doblaje) que en japonés. Es una lástima no haber contado con unas grabaciones con mayor calidad para remasterizarlos.
  • No hay subtítulos en castellano (curioso, porque en Dreamcast hubo en Shenmue II). Más te vale tener un nivel aceptable de inglés.

 

CONCLUSIÓN

Como recopilatorio HD de dos juegos legendarios, el trabajo invertido es suficiente para que luzcan mejor que sus versiones originales pese a que, a estas alturas, era de esperar una remasterización mucho más profunda o directamente un remake que hiciera por la franquicia lo mismo que Yakuza Kiwami hizo por la suya. Se supone que la ausencia de mejores materiales ha imposibilitado esta tarea. En todo caso, es la mejor forma de experimentar estos clásicos.

Si te gustan los juegos dirigidos por su trama, las experiencias pausadas, o quieres disfrutar de estos juegos por primera vez, este recopilatorio puede ser para ti. Compra recomendada para nostálgicos de la era Dreamcast o para fans de SEGA en general.

 

DATOS

  • Plataformas: PS4, Xbox One, PC
  • Analizado en: PS4 Pro con Modo optimizado y Supersampling
  • Género: aventura con toques de acción y RPG
  • Jugadores: 1
  • Desarrollan: SEGA y d3t
  • Distribuye: SEGA en digital, Koch Media en físico
  • Idioma: voces en japonés o inglés, textos en inglés
  • PEGI: 12 por violencia e incitación a los juegos de azar
  • Precio: 34,99 € tanto en digital como en físico

Analizado gracias a una copia física proporcionado por Koch Media